El ejercicio físico cuantificado mediante la velocidad de ejecución de los propios gestos, es el método más efectivo para el entrenamiento de fuerza que respalda la ciencia. Este aparato lo que hace es medir todas las series y repeticiones que el deportista haga, y mostrarnos en directo a qué velocidad se está ejecutando.
Cada usuario de nuestro centro es diferente y por tanto no responden igual ante un estimulo. El primer paso para optimizar un entrenamiento es saber que estimulo es adecuado a cada uno.
De cada persona se crea el perfil fuerza-velocidad y se trabaja en base a este perfil y sus objetivos, basándonos en la velocidad de ejecución que variara cada dia y no en los kilos que levante.
¿Por qué empeñarse en cargas de trabajo tan altas? Da a tu cuerpo lo que necesite.
El entrenamiento basado en la velocidad puede hacerlo:
- Conoce cuál es tu estado de rendimiento cada día, al instante.
- Crea un perfil fuerza-velocidad único para cada atleta.
- Adapta el entrenamiento y evita lesiones.